15 de julio de 2010

La curiosa apología para la no adopción en el cine norteamericano

Aclaro antes de comenzar: no es un análisis serio. Simplemente, me causó… digamos “gracia” ver algunas películas protagonizadas por niños malignos.

No digo que los empresarios cinematográficos estén imbuidos de un espíritu anti-adopción (¿O si????) comandados por la fuerza oscurantista de unos religiosos fanáticos de la familia natural (¿O si??????) quienes ambicionan crear una imagen diabólica de los niños huérfanos (¿O si??????????), pero que las últimas películas que vi de terror en las que el conflicto se presentaba por un niño poseído es enteramente cierto (¿O si?????? Perdón. ¿O noooooo????????).

Los films en cuestión son Orphan (2009), Case 39 (2009) y Silent Hill (2006). En la tres, tenemos niños con serios problemas de maldad y pobres familias que sucumben a esa semilla del mal y padecen terribles consecuencias por dar un hogar a los pequeños, aunque en Case 39, la víctima es la trabajadora social que acoge a la niña en cuestión quien, casualmente, es la protagonista de Silent Hill. En orden de ser justa, la nena de Orphan [SPOILER] no comparte una característica con las demás (que en realidad es una, porque es la misma actriz), pero sí es adoptada. Por otro lado, Silent Hill está basada en un videojuego, por lo tanto, podría afirmar que la conspiración es aún mayor y se filtra por distintas industrias de entretenimiento masivo.

En general, son personas felices y plenas hasta que llegan estas bastardas y les arruinan su cuadro de realización personal y profesional. Claro está, si no fuera porque existe un conflicto, no habría historia. Sin embargo, ¿por qué son todos adoptados? ¿Acaso las agencias de adopción no hacen bien su trabajo? ¿Se trata de una crítica corporativa al entrenamiento deficiente de los trabajadores sociales? ¿El problema de fondo es una desdén hacia los psicólogos que crean perfiles de personalidad? ¡Cuántos interrogantes! Y lo mejor de todo es que ninguno es relevante.

2 comentarios:

  1. Queres uno más? No será que esos reformatorios, de donde los padres los retiran chochos y felices creyendo en la vida plena que viviran de allí en más, los ha moldeado como hijos del mal????

    Qué buena preguna Mario!!! jajajaja

    Besos Shu!

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  2. Me hiciste acordar de "Mi pobre angelito", doble punch para esa peli: el orfanato es religioso, ergo, ¡la religión hace mala a la gente!

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Dicen que uno no se escapa ni de los cuernos ni de la muerte... resulta que de los comentarios nada relevantes, tampoco.