4 de junio de 2010

Volví a bloguear

¿Y a quién le importa?


La cuestión no está en las cosas que haya para decir, sino en cómo se dicen. Cuestión de forma, pericia gramatical, amplitud lexicológica y un uso interesante de la semántica. Ciertas personas consideran que mi pluma reúne todas estas características y me pareció importante no dejar que sufra el mismo destino que las del pollo, que terminan en la basura cohabitando con tristes vísceras.

Trataré, en esta novel experiencia blogueril, de ser más disciplinada y publicar con una regularidad prudente textos indisciplinados y, como promete el nombre del blog, nada relevantes pero sí entretenidos. Después de todo, ¿dónde sino en la rebelión improductiva está el sentido de la vida? 

1 comentario:

  1. Que alegria tenerla por la patria blogguera nuevamente! Welcome y hasta la merienda siempre!

    ResponderEliminar

Dicen que uno no se escapa ni de los cuernos ni de la muerte... resulta que de los comentarios nada relevantes, tampoco.